Ahora que es tiempo de mandarinas os invito a que hagáis esta estupenda receta. La coca de Llanda debe su nombre a que se hornea en una lata, sí las de toda la vida, las típicas de las panaderías. Su capa crujiente de encima y el aroma a azúcar tostadita y canela la hacen irresistible. No os arripentireis.
400 gramos de harina
400 gramos de azúcar
4 huevos
200 ml de leche
100 ml de aceite de girasol
2 sobres de gasificante (los de toda la vida)
piel rallada de una mandarina
azúcar y canela para espolvorear
Revestiremos la lata con papel de cocina, encendemos el horno a 180ª, batimos los huevos junto al azúcar hasta doblar el volumen (unos 5 minutos ). Añadimos la ralladura de mandarina, el aceite y la leche (todo a temperatura ambiente). Tamizamos la harina con el gasificante y la incorporamos a la mezcla anterior, poco a poco y con la espátula preferentemente.
Verter la masa y espolvorear el azúcar con canela. Mi medida es por cada 3 cucharadas de azúcar 1 de canela.
En mi horno suele durar 25-30 minutos.
Sacamos del horno y dejamos enfriar.
Espero que os guste
Besitos mil.
UMMMM, que buena pinta tiene Mar. La voy a adaptar a nuestro mundo sin gluten porque me encanta con el punto de la mandarina.
ResponderEliminarMUAKSSSSSss
Qué delicia!!!!! Anotada a mi lista.
ResponderEliminarBesos
Ana ♥
Qué receta tan original! Nunca he hecho ni he probado una tarta de mandarina. Pero con tu receta que está muy bien explicada me voy a animar a hacerla un día. Muchas gracias. Un abrazo, María
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